viernes, 23 de septiembre de 2016

Júpiter - Francisco Gavidia

Análisis


El primer acto se desarrolla en Casa de Celis y consta de doce escenas en las cuales Blanca se va enterando igual que el lector de los hechos planeados para el 5 de noviembre a través de Santiago Celis, la preocupación de Blanca por su padre, sus llegadas tarde y ¿Qué le aflige? Pero las actuaciones de Santiago Celis se deben a su ansia de Independencia para lo cual utilizará al esclavo Júpiter con el objetivo despertar al pueblo en contra del gobierno español, Júpiter resulta ser esclavo de Matías Delgado el cual lo compro cuando Júpiter era joven, Delgado le enseñó a leer y escribir, Celis sobre el esclavo exclama el tostado Africano, es un hombre, es tu imagen, es mi hermano y demuestra que lo considera en principio como su igual, pero como se verá más adelante, no igual en todas las cosas. Celis lo pide a Matías Delgado para incitar al pueblo quienes son ignorados en el movimiento libertador, en cambio Celis dice que no se puede gobernar sin él pueblo, Matías cede a su esclavo con la condición que este "podrá ser libre cuando lo pida" a lo cual Celis accede, quedando el esclavo en manos de un nuevo amo, ese mismo día Celis recibe una carta desde Guatemala en la cual le piden la mano de su hija para casarla con Fermín de Beltranena, Coronel; quien irá a San Salvador para oír la respuesta de Celis, pero la carta también dice que Fermín de Beltranena llegara con grandes poderes comisionado por la capitanía general, el último día del mes para pacificar esas tierras pues a Guatemala han llegado rumores de conatos de rebelión.- Júpiter está enamorado en secreto de Blanca, pero se ve esclavo y ella libre, se contenta con amarla en secreto, mas el esclavo ignora que la criada de Blanca de nombre Engracia, sabe del amor de Júpiter y no dice nada pues le divierte ver las cosas que desde hace cinco años atrás hace el negro para poder ver al menos de lejos a su amada, es él mismo Celis (Padre de Blanca) quien le siembra la idea de libertad al esclavo para motivarlo a que lo ayude quedando Júpiter prendado de la idea de obtener la libertad para poder conquistar a su amada.- Blanca quien no sabe leer y quiere saber todos los detalles de su petición de mano le pide primero a su padre que le lea el contenido de la carta, pero este está ocupado con el movimiento de independencia, ignora sus ruegos por lo cual le pide a Júpiter que lea la carta. El esclavo cree que Blanca conoce su amor secreto y se burla de él haciéndole conocer el contenido de la misma, Júpiter sufre por la carta y la aparente maldad de su amada y después de leerla completa solo menciona que en ella piden su mano pero no le da más información ni la lee en voz alta y Blanca se enoja ante la conducta del esclavo.-
El segundo acto se desarrolla en una casa de una hacienda. Quien primero aparece en escena es Santiago Celis con una careta para proteger su identidad pues se han dado cita en dicha hacienda los conjurados a llamar a la insurrección, entre ellos, Júpiter único enlace real con el pueblo, de pronto Celis oye ruidos que al parecer son de alguien corriendo. Es Júpiter que al saber que Fermín de Beltranena llegaba de Guatemala lo acecha en el camino para matarlo, quien solo consigue herirlo en el brazo, pero por lo oscuro de la noche cree que lo ha herido de muerte. Beltranena, ruega por su alma pero es un truco con el que logra escapar con vida, cuando Júpiter se va, Beltranena se levanta y herido llega a la hacienda donde los conjurados a la independencia se darán cita, Júpiter ha llegado antes a la hacienda y a dejado botada una careta al salir a organizar la revolución que luego recoge Beltranena, se hace pasar por uno de los conjurados y se entera de todo poniendo atención especial en las voces de los ahí reunidos y el mismo comienza a esparcir rumores de que hay un espías entre ellos y que ese espía es Júpiter quien ha salido, cuando Júpiter regresa a la reunión es apresado por los ahí reunidos y lo acusan de traidor, cuando al fin Júpiter demuestra su lealtad y lo que ha hecho por la independencia no queda duda de su lealtad y los ahí conjurados lo celebran quedando libre el esclavo.-
Acto Tercero en casa de Celis: A la mañana siguiente, Blanca recibe una carta de Beltranena y se entera por Engracia del amor que Júpiter le profesa, Blanca bromea diciéndole a Engracia que el esclavo está enamorado de ella, al llegar Júpiter a la casa, Blanca lo interroga sobre su padre y por lo efusivo de las palabras de este Blanca se da cuenta de los sentimientos de Júpiter, mientras tanto Beltranena ha hecho arrestar a los militares que participaban en la revolución lo que pone en peligro la identidad de los conjurados. Beltranena llega a casa de Celis para conocer a su futura familia por afinidad, en ella encuentra a Júpiter y lo reconoce, lo hace prender con la guardia que siempre trae después de su intento de homicidio, en ese momento aparecen Celis, Matías Delgado y Blanca quienes se sorprenden de lo sucedido, Beltranena se presenta y reconoce por su voz a Celis como uno de los conjurados, y le dice que cuando el esclavo hable el regresara, Celis entiende que Beltranena exige la mano de Blanca para salvar su vida indignado rechaza a Beltranena y da por cancelada la boda, Beltranena ante el rechazo se lleva a Júpiter al calabozo, ordena llevarse a Blanca a Palacio y deja en arresto domiciliario a Celis y Delgado. Todo está perdido, los conspiradores descubiertos y el principal actor en la emancipación capturado. 
Acto cuarto En la cárcel torturan a Júpiter para que confiese pero este solo reconoce su participación no así la de otros ni la de Celis en especial, por lo que Beltranena decide que Blanca escuche los gritos de dolor del esclavo y aprovechar el miedo, Blanca escucha y se conmueve del dolor de Júpiter y comprende que está verdaderamente enamorado de ella, Beltranena comprende las razones del esclavo y los cree amantes, así y todo Beltranena sigue en su empeño de casarse con Blanca para obtener la fortuna de su dote, ordena que se lleven a Júpiter y amenaza una vez más a Blanca para que acepte casarse con él. Blanca escucha horrorizada mientras comienzan a oírse las campanas de la iglesia de San Francisco al fondo señal que Júpiter estableció para los inicios del alzamiento. Beltranena sale confundido y es preso por los independentistas.-
El quinto acto inicia con Beltranena en la cárcel, se encuentra con que su mano derecha Jorge es ahora su carcelero, decide comprar su fidelidad dándole el grado de Coronel lo que formaliza arrancándose sus insignias y dándoselas a su antiguo camarada, Jorge duda ante la propuesta pero guarda las insignias por si, acaso, se va y Beltranena medita sobre como liberarse de esa situación, llega Júpiter a la cárcel para encontrarse con su antiguo captor y le dice que va a morir, Beltranena le dice que sabe de su amor por Blanca pero que esta solo siente lastima por él y que Santiago Celis jamás permitirá que su hija se case con un negro. Júpiter se ciega ante la desesperación mientras en la plaza nuevos llegados de Guatemala causan agitación logrando asi causar confusión entre los conjurados y el pueblo, quien encarcela a Matias Delgado y Celis, bajo sospechas de quererle quitar el mando de la insurrección a Júpiter, este manda encarcelar a los detenidos en cárceles separadas incluyendo a Celis, quien encarcelado afirma que no permitirá que su hija se case con él, en el momento cúspide es Júpiter quien mata con su cuchillo a Celis, Blanca llega a decirle a Júpiter que se entregara a él y que se casara con él, lo llena de halagos y promesas, se arrodilla ante el suplicando y le dice que ella convencerá a su padre para que consienta en su casamiento, Júpiter impactado por lo que le dice Blanca y embargado por la culpa, lleva a Blanca a la cárcel donde yace su padre, Blanca no comprende que pasa, hasta que Júpiter le enseña su puñal y su mano ensangrentada, ella comprende y se horroriza, Júpiter se clava su propio puñal, la obra termina con la muerte de Júpiter por su propia mano y Blanca se desmaya.- 
Enseñanza Moral: La libertad es una herramienta poderosa, pero trae sus consecuencias y sacrificios para todos los que intervienen en ella.-
La búsqueda de la libertad debe servir a un propósito superior que los fines personales, Júpiter busca la libertad pero con propósitos personales.
La obra nos cuenta como el ejercicio de la libertad no puede convivir por mucho tiempo con el uso de la fuerza, ambas libertad y fuerza son contrapuestas, así Júpiter, usa la última para lograr la libertad, pero luego se vuelve un opresor más al no querer el derecho de oponerse a sus decisiones a nadie ni siquiera a Celis quien lo ha liberado de la esclavitud y por quien ha obtenido amor, poder y posición, es en ese momento de intereses contrapuestos donde el liberto se convierte en esclavo de su ambición y actúa como tal, matando a Celis y terminando con su vida y las ilusiones de Blanca.-



jueves, 22 de septiembre de 2016

¿Quién Soy? - Poema.

¿Quién soy?



Soy la persona que ama, odia, ríe, sufre, sueña y llora,

el ser que vive y muchas veces muere.


Soy quien se equivoca algunas veces
y sin embargo, algunas lo hace bien.

Soy como todos pero a la misma vez muy diferente, inefable e indeciblemente inevitable.

Soy quien ha escrito los versos más hermosos que del interior han brotado con inspiración incompasible cuando otros ni siquiera rimas han encontrado.

Soy quien escribe lo que el alma no dice, lo que el espíritu oculta y lo que la mente contradice.


Soy omnisciente, aunque a veces falte; impredecible, aunque sepan que esperar de mí; nefasto, aunque benévolo.


Soy quien espera, se entrega y ayuda, quien comprende y conforta.


Soy quien desfallece y a pesar de todo, sabe cómo continuar…

Sencillamente soy.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Escritores Salvadoreños


Francisco Gavidia


Hijo de Francisco Antonio Gavidia y de Eloisa Guandique de Gavidia, nació en el municipio de Cacahuatique, hoy Ciudad Barrios, departamento de San Miguel, El Salvador. Debido al extravío de la partida de nacimiento original, hubo un debate sobre el año de su nacimiento. De acuerdo a Hugo Lindo, el año de 1865 se eligió debido a que existían indicios que soportaban esta teoría, pero existen otros datos que acercan el año a 1863. De hecho, de acuerdo a un Decreto de la Asamblea Legislativa de El Salvador, se reconoce esta última como la fecha de su nacimiento.
Debido a la muerte de su madre, cuando contaba con 8 años de edad, Francisco Gavidia se trasladó a la finca de su padre ubicada en el norte del departamento de San Miguel, en el actual municipio de Ciudad Barrios. En 1880 obtuvo el grado de Bachiller en Ciencias y Letras, y luego se trasladó a San Salvador donde ingresó a la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de El Salvador. Sin embargo, dejó la carrera después de un año, para convertirse en un autodidacta. Para 1882, era miembro del grupo literario La Juventud, y ya entonces mostraba un fuerte interés por los versos franceses. Fue en ese mismo año, de acuerdo a numerosas fuentes, que conoció a Rubén Darío. Ambos desarrollaron una fuerte amistad hasta el punto que en 1890, Gavidia fue padrino de bodas de Darío.
Un sinnúmero de libros en español y francés pasaron por sus manos. A fin de recuperarse de la enfermedad provocada por el exceso de trabajo y el cansancio mental producto de su intensa actividad intelectual, fue enviado a París por orden del presidente Rafael Zaldívar. Gavidia poseía un amplio acervo cultural y se menciona que dominaba a la perfección el alemánfrancés, inglés, italiano, portugués, hebreolatín y el griego, además del maya-quiché, lengua para la que llegó a desarrollar una gramática con el objeto de popularizar el idioma. Desarrolló también un idioma, llamado «Salvador», que buscaba se universalizara, pero recibió muy poco apoyo por parte de los intelectuales de su época, a pesar de todo, Gavidia publicó algunos poemas en «Idioma Salvador», entre los que se destacan Los Argonautas y A Marconi.
El año 1887 contrajo matrimonio con la hija del periodista Carlos Bonilla. Un año después, fundó el periódico El semanario noticioso, que salía cada jueves, así como la Academia de Ciencias y Bellas Artes de San Salvador. Tras el derrocamiento del general Francisco Menéndez, Gavidia se exiló del país, y continuó su actividad periodística en Costa Rica, donde fue director de La Prensa Libre entre 1891 y 1892; y posteriormente en Guatemala trabajó como co-redactor de El bien público de la ciudad de Quetzaltenango.
Cuando retornó a El Salvador, fungió como redactor del Diario Oficial (1894), Director de Educación Pública Primaria (1896), y Ministro de Instrucción Pública (1898). En 1895 fundó el Partido Parlamentarista, y también se desempeñó como catedrático de la Escuela Normal de Señoritas, del Instituto Nacional de Varones, y la Universidad de El Salvador. En 1904 fundó la revista Los Andes, de la que sólo llegaron a verse cuatro números. De 1906 a 1919, ocupó el cargo de Director titular de la Biblioteca Nacional. En 1912, se convirtió en miembro del Ateneo de El Salvador.
El gobierno salvadoreño declaró a Francisco Gavidia como «salvadoreño meritísimo» en 1933, y en 1939 la ciudad de San Miguel le rindió un homenaje que incluyó el bautizo con su nombre del teatro de la ciudad. El año 1937, Gavidia fue miembro de la Comisión de Cooperación Intelectual de El Salvador, dependencia de la Sociedad de Naciones, y en 1941 la Universidad de El Salvador le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Al final de su vida le fue otorgada la máxima condecoración nacional de El Salvador, la orden "José Matías Delgado", la que recibió de manos del presidente de la República Oscar Osorio en su lecho de enfermo en el Hospital Rosales, pocos días antes de morir.

Algunas de sus obras son:

  • Poesía (cuadernillo poético, 1877).
  • Versos (poesía, 1884).
  • Ursino (teatro, 1887).
  • Júpiter (teatro, 1895).
  • El encomendero' y otros cuentos (1901)
  • Estudio y resumen del Discurso sobre el método de Descartes, (1901).
  • Tradiciones (sobre la obra homónima de Ricardo Palma, 1901).
  • Conde de San Salvador o el Dios de Las Casas (novela, 1901).
  • 1814 (ensayo, 1905).
  • Obras (tomo I, 1913).
  • Historia moderna de El Salvador (dos tomos, 1917 y 1918).
  • Cancionero del Siglo XIX (¿1929-1930?).
  • Cuentos y narraciones (1931).
  • Héspero (teatro, 1931).
  • Discursos, estudios y conferencias (1941).
  • La princesa Citalá (teatro, 1946).
  • Cuento de marinos (1947).
  • Sóteer o Tierra de preseas (1949).


Alfredo Espino


Nació en el Departamento de Ahuachapán, zona occidental de El Salvador, en el año de 1900. Hijo de Enriqueta Najarro de Espino y Alfonso Espino, ambos profesores y poetas, creció en un hogares que respiraba poesía y amor al arte, su hermano Miguel Ángel Espino que también creció para volverse artista de la pluma pero en la rama de la prosa.
En 1920 ingresó a la Universidad de El Salvador, inscribiéndose en la Jurisprudencia. Durante su instancia en la Ciudad Universitaria, fue parte de tantas actividades dentro de la misma inclusive de manifestaciones hechas por estudiantes para evitar el alza de los precios de pasaje en tranvía.
Los últimos años de su vida se volvieron muy adversos, la negativa de sus padres para consentir su casamiento con ciertas jóvenes lo condujo a constantes desequilibrios emocionales y amorosos. Para mitigarlos, se entregó a largos ratos de bohemia, en bares y burdeles de la capital del país.
Fue durante una de estas crisis alcohólicas que él mismo puso fin a su vida, en la madrugada del 24 de mayo de 1928 en la ciudad de San Salvador.
Sepultado primero en el Cementerio General capitalino —donde los discursos de estilo corrieron a cargo del doctor y escritor Julio Enrique Ávila y los entonces bachilleres Manuel F. Chavarría y Rafael Vásquez—, desde hace unos años los restos de Espino fueron trasladados a la Cripta de los Poetas, en el camposanto privado Jardines del Recuerdo, al sur de la ciudad de San Salvador.

Su único libroJícaras tristes, una recopilación de 96 poemas —publicado póstumamente con la colaboración de varios amigos y prologada con un texto esclarecedor de Alberto Masferrer—, es considerado como un poemario nacional por sus contemporáneos; su autor es de los más leídos y comentados, pero no estudiado o analizado en su expresión.


Claudia Lars


Sus padres fueron el ingeniero estadounidense de origen irlandés Peter Patrick Brannon y la salvadoreña Carmen Vega Zelayandía. Durante su infancia fue amiga de Consuelo Suncín, esposa que fue de Antoine de Saint-Exupéry. Inició su educación en su propio hogar, a cargo de la educadora Mercedes Mendoza, y posteriormente estudió en el Colegio La Asunción de la ciudad de Santa Ana. En su adolescencia, y gracias al general Juan José Cañas, logró que un cuadernillo de poemas de su autoría fuera publicado con el nombre Tristes mirajes. No se conserva ninguna copia del mismo. Asimismo, inició una relación sentimental con el poeta nicaragüense Salomón de la Selva en 1919, pero sus padres rompieron la relación y enviaron a la joven a Estados Unidos, donde conoció a Le Roy Beers, su primer esposo. En este país enseñó castellano en la Escuela Berlitz de Brooklyn.A inicios de la siguiente década, Claudia Lars obtuvo el segundo lugar de los Juegos Florales de la Feria Novembrina en Guatemala, realizado en 1941, gracias a su obra Sonetos del arcángel. También serían publicadas algunas de sus creaciones como La casa de vidrio (Santiago de Chile1942), Romances de Norte y Sur(1946), Sonetos y Ciudad bajo mi voz (1947), ganadora del certamen conmemorativo del IV Centenario del título de Ciudad de San Salvador. En estos años, Lars, como agregada cultural de la embajada de El Salvador, partió hacia Guatemala en 1948, donde conoció a su segundo esposo, Carlos Samayoa Chinchilla, de quien se divorciaría en 1967. Antes de contraer nupcias, trabajó empacando duraznos en Estados Unidos, traduciendo historietas para Walt Disney y colaborando para periódicos antifascistas salvadoreños.De regreso a El Salvador, trabajó en el Departamento Editorial del Ministerio de Cultura (actual Dirección de Publicaciones e Impresos) donde dirigió la revista Cultura. Publicaciones de esta época fueron: Donde llegan los pasos (1953), Escuela de pájaros (1955), Fábula de una verdad (1959) y las memorias Tierra de infanciaDe manera póstuma sería divulgada Poesía última, impresa por la Editorial Universitaria, y también David Escobar Galindo elaboró Sus mejores poemas, editada por la Dirección de Publicaciones en 1976. En 1999, en conmemoración del centenario de su nacimiento, el Consejo Nacional para la Cultura y el Arte publicó dos volúmenes de su Poesía Completa, recopilada por Carmen González Huguet.


Algunas obras:


  • Estrellas en el Pozo (1934).
  • Canción redonda (1937).
  • La casa de vidrio (1942).
  • Romances de Norte y Sur (1946).
  • Sonetos (1946).
  • Ciudad bajo mi voz (1946).
  • Donde llegan los pasos (1953).
  • Escuela de pájaros (1955).
  • Fábula de una Verdad (1959).
  • Tierra de Infancia (1959).
  • Presencia en el Tiempo (1960).
  • Girasol (1962).
  • Sobre el ángel y el hombre (1962).
  • Del fino amanecer (1964).
  • Nuestro pulsante mundo (apuntes sobre una nueva edad) (1969).
  • Obras escogidas (1973).
  • Poesía última (1975).


Salvador Salazar Arrué


En el siglo XIX, el pedagogo de origen vasco, Alejandro de Arrué y Jiménez, quien había trabajado en varios países hispanoamericanos, desposó en Guatemala a la señorita Lucía Gómez, oriunda de Sensuntepeque, El Salvador. El matrimonio procreó varios hijos, entre ellos Luz y María Teresa. Ambas tenían vocación literaria, pero fue Luz, luego de Miranda, ya cuando la familia residía en El Salvador, quien logró que el periodista Román Mayorga Rivas le incluyera en la antología de poesía Guirnalda salvadoreña.
Por su parte, María Teresa contrajo matrimonio con Joaquín Salazar Angulo, un incipiente músico de honorable familia. Sin embargo, la relación no prosperó por diversas circunstancias, por lo que la joven madre debió sostener sola a sus hijos Joaquín y Luis Salvador Efraín, quien nació en una finca familiar ubicada en el cantón El Mojón que se convertiría en parte de la zona urbana del municipio de Sonzacate, en Sonsonate. En los años siguientes, los Salazar vivieron con apuros económicos, aunque recibían el apoyo de familiares cercanos, ya que su respetable ascendencia les favorecía.
La infancia de Luis Salvador transcurrió en medio del esplendor de la naturaleza tropical de Sonsonate. Aunque tímido y alejado de los juegos bruscos, se distinguía por su habilidad para inventar historias. Cuando tenía ocho años, los problemas de dinero obligaron a su madre a mudarse, por lo que el jovencito alternó su domicilio entre San Salvador y Santa Tecla donde vivió en la residencia de sus primos Núñez Arrué, entre los que se encontraba Toño Salazar, futuro caricaturista de renombre. Por su parte, la madre trabajaba como costurera y llegó a tener una academia de corte y confección.uis Salvador cursó la primaria en la institución de abolengo Liceo Salvadoreño. La secundaria la realizó en el Instituto Nacional de Varones y posteriormente en la Academia de Comercio, donde no concluyó los estudios, pero logró buenas calificaciones.
Su vocación artística ya se manifestaba a los once años cuando una de sus composiciones se publicó en el Diario del Salvador de Román Mayorga Rivas. El logro no fue fortuito, puesto que en la casa de los Núñez Arrué debió relacionarse con personajes de la intelectualidad local que visitaban la vivienda.
Luis Salvador se interesó en la pintura, y junto a su primo Toño se inscribió en la escuela de Spiro Rossolimo de San Salvador.  A pesar que no pudo continuar costeándose los estudios, gracias a la influencia política de su familiar César Virgilio Miranda logró una beca del presidente Carlos Meléndez para formarse en los Estados Unidos, donde partió en 1916.
En 1923, contrajo matrimonio con Zélie Lardé, también dedicada a la pintura. La pareja procreó tres hijas: Olga Teresa, María Teresa y Aída Estela. En esos años Salvador trabajaba como oficial de la Cruz Roja en San Marcos, departamento de San Salvador, población que había sido afectada por inundaciones en 1922. Allí decidió montar su estudio de pintura, y residía en un galerón prestado por esa misma organización.
Alrededor de los treinta años de edad, Salarrué comenzó a sentir el desboblamiento extracorporal. La búsqueda de una explicación satisfactoria para dicha experiencia le llevó a estudiar la Teosofía, por medio de su amigo Guerra Trigueros. En este contexto, en 1929 la editorial de Patria empezó a publicar los relatos fantásticos de O-Yarkandal, y en 1932 se imprimió Remontando el Uluán de similares características. El año 1946, durante el gobierno de Salvador Castaneda Castro, Salarrué fue nombrado agregado cultural de la Embajada de El Salvador en Estados Unidos. Además, logró que su residencia se estableciera en Nueva York junto a su familia, y no en Washington D. C., lo que le favoreció por el dinámico ambiente cultural de aquella ciudad. También su situación económica tuvo cierta holgura con los honorarios devengados.Por otra parte, el año 1960 los Cuentos de Barro formaron parte de la colección Festival del Libro centroamericano que constaba de diez volúmenes y un tiraje de 200 mil ejemplares, lanzados por iniciativa del peruano Manuel Scorza; y el cuento Matraca fue elegido para publicarse en el suplemento internacional Hablemos magazine de Nueva York, que tenía difusión internacional.

En 1961, la Editorial Universitaria, dirigida por Ítalo López Vallecillos, realizó la edición definitiva de Cuentos de cipotes con ilustraciones de Zélie Lardé, mientras que las posteriores lo serían por su hija María Teresa quien firmaría como Maya. El año siguiente, una nueva exposición de sus cuadros se montó en la Galería Forma de Julia Díaz, los cuales habían sido realizados durante su estadía en Nueva York. En 1963, Salarrué fungió en el cargo de director general de Bellas Artes del Ministerio de Educación, pero renunció debido al escaso apoyo recibido.Para 1967, Salarrué volvió a reencontrarse con la pintura, ya que fundó y dirigió la Galería Nacional de Arte en el Parque Cuscatlán, que desde 2008 se conoce como Sala Nacional de Exposiciones Salarrué. El mes de octubre de ese mismo año, realizó una exposición retrospectiva en el Centro Cultural El Salvador-Estados Unidos. Además, desde 1973 trabajó como asesor cultural del director general de cultura, Carlos de Sola.
En cuanto a su obra literaria, varias publicaciones fueron imprimidas en esos años: las Obras escogidas con selección, prólogo y notas de Hugo Lindo, que incluye la noveleta Íngrimo, los relatos La sombra y otros motivos literarios, así como Vilanos y El libro desnudo; posteriormente lo serían La sed de Slig BaderCatleya Luna y la colección de poemas Mundo nomasito. También en Cuba se realizó una antología de los cuentos de Salarrué en 1968, editada y prologada por Roque Dalton.
En 1974 fallecieron su esposa Zélie y su amiga Claudia Lars, ambas de cáncer. De acuerdo al pintor Ricardo Aguilar, amigo de Salarrúe, para costear el tratamiento de Zélie se vieron en la necesidad de pagarle al médico con cuadros. El mismo escritor también sufría de cáncer en el páncreas,y a principios de 1975 fue sometido a una operación. Sin embargo, no quiso enfrentar el padecimiento. Según Aguilar, aceptaba con serenidad esos últimos meses de vida con estas palabras: «Si a mí la vida me ha puesto esto es porque lo merezco y lo tengo que vivir y lo quiero vivir». El día 27 de noviembre murió sumido en la pobreza en el lecho de su hogar. Cabe agregar que se negó a recibir pensión por parte del gobierno. 

Las obras publicadas son:
  • El Cristo negro (novela, 1926),
  • El señor de La Burbuja (novela, 1927),
  • O'Yarkandal (cuento, 1929),
  • Remotando el Uluán (cuento, 1932),
  • Cuentos de barro (cuento, 1934),
  • El libro desnudo (relato, 1936),
  • Eso y más, 
  • Cuentos de cipotes (1943 en edición parcial, 1961 en edición completa),
  • Trasmallo (cuento, 1954),
  • La espada y otras narraciones (cuento, 1960),
  • La sed de Sling Bader (novela, 1971),
  • Catleya luna (novela, 1974) y
  • Mundo nomasito (poesía, 1975).

León Sigüenza


Nacido en el seno de una familia acomodada -muy influyente en el devenir político, social y cultural de su nación-, León Sigüenza (autor de un solo libro publicado póstumamente: Fábulas (1942)) tuvo acceso desde muy temprana edad a una esmerada formación académica, desarrollada primero en los colegios de su ciudad natal, y posteriormente en las mejores instituciones de enseñanza de la capital de El Salvador. Tras haber completado sus estudios, dio inicio a una brillante trayectoria política que muy pronto le condujo a asir los cetros de regidor y alcalde temporal de su Cojutepeque natal, de donde pasó a desempeñar el cargo de secretario del consulado salvadoreño en Nueva York (1919-1923).

Durante dicho período de residencia en los Estados Unidos de América comenzó a cultivar su afición a la literatura, para lo que se sirvió del cauce que le brindaban los principales medios de comunicación de su país natal. En efecto, asumió las corresponsalías norteamericanas de algunos rotativos tan relevantes como La Prensa y el Diario de El Salvador, ocupación que difundió su nombre en los círculos culturales salvadoreños. Posteriormente, León Sigüenza fue destinado a la Secretaría del consulado salvadoreño en Tokio (Japón), donde cubrió el período de 1927 a 1931 y, en una segunda etapa, el de 1934 a 1941.

La mayor parte de los gobiernos mundiales condenó enérgicamente el imperialismo nipón, lo que aisló a El Salvador en su postura y supuso una censura unánime contra el pueblo salvadoreño. León Sigüenza se vio inevitablemente envuelto en las conversaciones entre los gobiernos salvadoreño y japonés, pero las brillantes gestiones de mediación que supo realizar en este rocambolesco episodio permitieron un lavado de la imagen de El Salvador ante la opinión pública internacional. Por lo demás, este extraño avatar de la política exterior salvadoreña causó honda conmoción en toda la ciudadanía de la pequeña república centroamericana, y levantó una densa polvareda de voces y escritos a favor y en contra del apoyo a las tropas japonesas, entre los que sobresale el lúcido análisis que publicó, en forma de libro, el doctor Ramón López Jiménez.


Instalado de nuevo en El Salvador, ya liberado de misiones diplomáticas, León Sigüenza concibió el proyecto de reunir en un mismo volumen todos estos escritos satírico-morales; sin embargo, su repentino fallecimiento, acaecido en la capital salvadoreña cuando el autor aún no había cumplido los cincuenta años de edad, le impidió ver impresa esta recopilación. Por fortuna para la historia de las Letras hispanoamericanas, los familiares de León Sigüenza, conocedores de la ilusión que el recién fallecido escritor había depositado en este proyecto editorial, acabaron de reunir sus textos y los dieron a la imprenta antes de que concluyera el mismo año de su muerte.


Rubén Darío



Nació en Metapa, Nicaragua, en el año 1867. Su verdadero nombre era Félix Rubén García Sarmiento. Fue periodista y diplomático. Hasta 1898 vivió, publicó y actuó en Chile, Centroamérica y la Argentina. En 1898 viajó a España, y vivió en Francia y otros países de Europa.Murió en León, Nicaragua, en 1916. Escribió prosa y poesía. Entre toda su producción se destacan tres obras que ayudan a comprender la evolución del Modernismo: Azul, Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza. Los raros, en prosa, y El Canto Errante son otras de sus obras.
Azul (1888): fue su primera obra importante. Publicada en Valparaíso, está constituida por relatos breves y algunos poemas. Significó para su autor el reconocimiento en América y en España. Sus rasgos son: sensualidad, erotismo y musicalidad. En los sonetos que cierran la obra, Darío revela sus preferencias y su cosmopolitismo. v Prosas profanas: fue publicado en Buenos Aires, en 1896. Las variaciones temáticas y las audacias métricas, son tantas que provocaron en América y en España grandes polémicas. Predomina el tema erótico, envuelto en un arte cromático y perfecto. v Cantos de vida y esperanza (1903): Los temas del libro son, entre otros: el paso del tiempo, la misión del poeta, la búsqueda de la fe, la preocupación por el futuro de América, etc. El libro termina con una expresión de temor y duda sobre el misterio de la vida. De contenido diferente, este volumen presenta el mismo cuidado formal y la notable variedad de metros y riqueza de lenguaje que caracterizan al gran poeta.
Poesía (primeras ediciones)

  • Abrojos. Santiago de Chile: Imprenta Cervantes, 1887.
  • Rimas. Santiago de Chile: Imprenta Cervantes, 1887.
  • Azul.... Valparaíso: Imprenta Litografía Excelsior, 1888. Segunda edición, ampliada: Guatemala: Imprenta de La Unión, 1890. Tercera edición: Buenos Aires, 1905.
  • Canto épico a las glorias de Chile Editor MC0031334: Santiago de Chile, 1887.
  • Primeras notas, [Epístolas y poemas, 1885]. Managua: Tipografía Nacional, 1888.
  • Prosas profanas y otros poemas. Buenos Aires, 1896. Segunda edición, ampliada: París, 1901.
  • Cantos de vida y esperanza. Los cisnes y otros poemas. Madrid, Tipografía de Revistas de Archivos y Bibliotecas, 1905.
  • Oda a Mitre. París: Imprimerie A. Eymeoud, 1906.
  • El canto errante. Madrid, Tipografía de Archivos, 1907.
  • Poema del otoño y otros poemas, Madrid: Biblioteca "Ateneo", 1910.
  • Canto a la Argentina y otros poemas. Madrid, Imprenta Clásica Española, 1914.
  • Lira póstuma. Madrid, 1919.


Prosa (primeras ediciones)

  • Los raros. Buenos Aires: Talleres de "La Vasconia", 1896. Segunda edición, aumentada: Madrid: Maucci, 1905.
  • España contemporánea. París: Librería de la Vda. de Ch. Bouret, 1901.
  • Peregrinaciones. París. Librería de la Vda. de Ch. Bouret, 1901.
  • La caravana pasa. París: Hermanos Garnier, 1902.
  • Tierras solares. Madrid: Tipografía de la Revista de Archivos, 1904.
  • Opiniones. Madrid: Librería de Fernando Fe, 1906.
  • El viaje a Nicaragua e Intermezzo tropical. Madrid: Biblioteca "Ateneo", 1909.
  • Letras (1911).
  • Todo al vuelo. Madrid: Juan Pueyo, 1912.
  • La vida de Rubén Darío escrita por él mismo. Barcelona: Maucci, 1913.
  • La isla de oro (1915) (inconclusa).
  • Historia de mis libros. Madrid, Librería de G. Pueyo, 1916.
  • Prosa dispersa. Madrid, Mundo Latino, 1919. 


Roque Dalton

Roque Dalton fue un poeta, ensayista, narrador, dramaturgo, periodista y revolucionario salvadoreño que nació el 14 de mayo de 1935 en Quezaltepeque, San Salvador. 
Dalton cursó sus primeros estudios en algunos colegios religiosos luego ingresó al Externado de San José, donde en 1953 obtuvo el título de bachiller. Sus estudios superiores los realizó en México y Chile, pero terminaría regresando a El Salvador a concluirlos.Desde muy joven se dedicó al periodismo y a la literatura, participando en certámenes nacionales y centroamericanos donde obtuvo reconocimientos. Sus primeros poemas los publicó en la revista Hoja y en Diario Latino. Fue uno de los partícipes de la renovación de la lírica latinoamericana de la década de 1960.Fue miembro del Circulo Literario Universitario junto con Otto René Castillo, Manlio Argueta, Roberto Armijo y Alfonso Quijada, entre otros, obtuvo en tres ocasiones el Premio Centroamericano de Poesía y el Premio Casa de las Américas por Taberna y otros lugares, considerado como su mejor libro de poemas.Anuncios 
A los 22 años Roque Dalton ingresó en el Partido Comunista Salvadoreño. Curiosamente su actividad literaria corre paralela a la militancia revolucionaria y el reconocimiento de su valía como escritor coincide a su vez con las primeras encarcelaciones y exilios en Guatemala, México, Cuba, Checoslovaquia, Corea, Vietnam del Norte y otros países.Más tarde se convirtió en el fundador del Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP), una base importante para lo que luego sería la guerrilla salvadoreña.Murió asesinado el 10 de Mayo de 1975, por sus propios compañeros de esa organización que había fundado.



Libros publicados:


  • «Mía junto a los pájaros», plaquette, San Salvador, 1957.
  • «La ventana en el rostro», poesía, Ediciones de Andrea, México, 1962.
  • «El turno del ofendido», poésía Casa de las Américas, La Habana, 1962.
  • «El mar. Variaciones», poesía, Ediciones La Tertulia, La Habana, 1962.
  • «El Salvador», monografía, Casa de las Américas, La Habana, 1963.
  • «César Vallejo», Cuadernos de la Casa de las Américas, La Habana, 1963.
  • «Los testimonios», poesía, Ediciones Unión, La Habana, 1964.
  • «Taberna y otros lugares», Casa de las Américas, La Habana, 1969.
  • «Miguel Mármol. Los sucesos de 1932 en El Salvador», testimonio, Editorial Universitaria Centroamericana, Costa Rica, 1972.
  • «Pobrecito poeta que era yo...», novela, Editorial Universitaria Centroamericana, Costa Rica, 1975.
  • «Poemas clandestinos», El Salvador, 1975 (Universidad Autónoma de Puebla, México, 1980).
  • «Las historias prohibidas del Pulgarcito», Siglo XXI, México, 1974.
  • «Un libro levemente odioso», con prólogo de Elena Poniatowska, La Letra Editores, México D.F., 1988.
  • «Un libro rojo para Lenin», Editorial Nueva Nicaragua, Managua, 1986.
  • «Últimos poemas», Nuestra América, Buenos Aires, 2005.

Pedro Geoffroy Rivas


Su primera publicación apareció en el Diario de Santa Ana en el mes de noviembre de 1927, con el verso tituladoLa búsqueda. También participó en la Revista Crisol. En la ciudad de San Salvador estudió Medicina, pero en 1931 se trasladó a México para estudiar Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México. El año 1939 obtuvo su diploma, y el tema de su tesis de graduación era la Teoría marxista del Estado. Precisamente, en México empezó a publicar sus primeros poemarios en los que se esbozaba una “vertiente de denuncia política”, y también realizó traducciones de obras de autores como Bruno Traven.
Para ese tiempo ocurrió en El Salvador el Levantamiento campesino en la zona occidental del país, y Geoffroy Rivas, junto a Gilberto González y Contreras, se convirtieron en los primeros en denunciar con su poesía el aniquilamiento en las poblaciones indígenas por parte de las fuerzas gubernamentales. Su trabajo de protesta influiría en las siguientes generaciones de poetas.
A su regreso a El Salvador en el año 1944, y tras la caída del dictador Maximiliano Hernández Martínez, colaboró en los estribillos que acompañaban a la caricatura de Juan Pueblo en el periódico La Tribuna, que satirizaba la política nacional con el lenguaje popular. De hecho, con Hernández Martínez mantuvo correspondencia privada en la que afirmaba no pertenecer al Partido Comunista, y también plasmaba su opinión con respecto a los trágicos hechos de 1932: «la represión sin precedente de que hizo objeto a la masa campesina en 1932...el Gobierno presidido por Usted...el anticomunismo significó el baluarte de una identidad nacional sin más valor positivo que la contraposición a un enemigo fantasma».
Sin embargo, tras el golpe militar de Osmín Aguirre y Salinas, fue vapuleado y expulsado a Honduras donde estuvo confinado junto a otras personalidades que se hicieron acreedoras de una carta de protesta en la que se exigía su libertad, y la cual fue firmada, entre otros, por Miguel Ángel AsturiasClaudia Lars y Serafín Quiteño el 15 de noviembre de 1944. Puesto en libertad, fundó en Guatemala el Comité Salvadoreño de Liberación Nacional, opuesto al gobierno de Salvador Castaneda Castro, y posteriormente terminó radicándose en México. Para ese tiempo comenzaba a convertirse en modelo de los jóvenes poetas salvadoreños, especialmente la denominada Generación Comprometida debido a sus “convicciones poéticas y políticas de vanguardia”.
No obstante, Geoffroy Rivas terminó distanciado con los poetas que le habían admirado, ya que no compartía el autoritarismo del Partido Comunista Salvadoreño, del que se dice que tuvo una relación intermitente, así como la tuvo con el Partido Comunista Mexicano del cual fue expulsado. Uno de sus detractores fue Roque Dalton, quien le profirió un insulto en uno de sus poemas.

Cuando retornó a El Salvador, se dedicó a elaborar estudios de antropología y lingüística, entre los que destacan sus trabajos sobre poesía náhuatl y léxicos y diccionarios de la lengua coloquial salvadoreña. También publicó diversos artículos en las revistas CulturaEstudios Centroamericanos y La Universidad; además trabajó en el Departamento del Patrimonio Cultural, fungió como director del Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán, y fue docente en laUniversidad de El Salvador y la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas. Recibió el Premio Nacional de Cultura en 1977, y falleció dos años después a la edad de setenta y un años.

Parte de la extensa obra de Pedro Geoffroy Rivas comprende:

  • Estupideces, manuscrito (1927).
  • Canciones en el viento, poesía (1933).
  • Rumbo, poesía (1935).
  • Para cantar mañana, poesía (1935).
  • Patria, poesía (1944).
  • Esperanzada geografía del dolor, poesía (1946).
  • Sin muerte ya, poesía (1947).
  • Trenos del exiliado, poesía (1949).
  • Juan Pueblo vuelve a cantar, poesía (1950).
  • Usulután en México, ensayo (1956).
  • Cartas sin fecha para ti, poesía (1957).
  • Toponimia nahuat de Cuscatlán, lingüística (1961).
  • Yucuilcat, poesía (1965).
  • El nawat de Cuscatlán. Apuntes para una gramática tentativa, lingüística (1969).
  • El español que hablamos en El Salvador, lingüística (1975).
  • Los nietos del jaguar, poesía (1977).